miércoles, 14 de agosto de 2013

Mamá Killer (versión I)

Mi mamá, como ninguna, es la mejor mamá del mundo. Cariñosa (aunque vende caros los besos), comprensiva (aunque nunca nos deja salir a la casa), desprendida (aunque nunca nos da propinas) y todo lo buena que se puedan imaginar. 
Recuerdo que todo sucedió sobre la moqueta blanca del pasillo. Por entonces, Lucas no había salido a la calle en todo el día. Se bajó los pantalones sin pudor alguno y se puso a descargar al pie del ficus que tanto mimaba mamá. Cuando ella vio aquello, enseguida salió a la terraza a coger la aspiradora, entró con ella y la hizo funcionar. Por última vez. Demasiado pequeña para un ser tan grande.
Abandonada en una esquina del cuarto de invitados, todavía algunos de ellos creen escuchar los ladridos que Lucas nos dedicaba.

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