lunes, 5 de octubre de 2009

Papel Mojado

Tú estás del otro lado; ojalá no sintiera nada. No te puedo ver pero oigo voces que me animan a ir y juntarme contigo. Tú, solitaria, espero no sientas lo mismo yo. Oigo voces que me animan a seguirte, a seguir las migas que vas dejando en el camino para la vuelta.

Subí a buscarte y sabía que no ibas a estar allí. Las puertas cerradas, ventanas calladas, ya no estabas.

Mira, allí va un hombre desamorado, el hombre que todo el mundo sabe puso en tu boca su nombre, que quisiste una vez, ni dos, no tres, del revés. Mira, viene a jurar no destapar mentiras, a no levantar heridas. Ya se va, dile adiós, hasta siempre, desde tu corazón, miente.