Hace
tiempo que no se habla de ti. Estás ya olvidado.
No has
vuelto a aparecer desde la última pistola. Una caja de sueños, un cofre de
viejos recuerdos. Una bala mal merecida, un felpudo de bienvenida, una postal
certera a la envidia, al egoísmo, a la vergüenza propia y ajena, entre ceja y
ceja. Lluvia, viento y frío al invierno que llevo conmigo, mis más mejores
deseos a ti, mi triste amigo. El traje rojo no me gusta. El néctar de tu
interior hace estragos tu camisa, el verde viste mucho más, artista. Los
zapatos negros, son su color, por qué unas veces cordones y otras no?. Las canas
que traes en la barba ahí se quedaron, el bigote este año roto quedó, lo bueno,
no tiene tamaño ni color. Necesitaba saber si fueron ellos los que se ocuparon
de tu encargo. No quiero deber nada. Ya pondré yo lo suyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario