viernes, 19 de febrero de 2010

Esta Noche

Esta noche oigo voces claras que calman mi dolor.

La luna da luz de llama, el fuego enciende mi pasión.

Las estrellas dibujan tu figura en el vacío de mi soledad.

Aunque no me queda aire para respirarte porque ya no estás.


No hay vida dentro de mi casual existencia.

Sin esperanza, por qué debo aguardar tu regreso.


Talvez un día estés a mi lado, o talvez otro.

Talvez sea esta noche oscura pero, intuyo, intensa.


Las palabras se rebelan a mis pensamientos.

Pienso lo que quiero y hago lo que no debo.

Creo, sin embargo, en cuanto amo y anhelo.


Esta noche oigo voces limpias anunciando tu llegada.

Tú a mi lado en este día tan oscuro.

Y aquí termino yo muriendo, no en infierno.

Si algo he de decir ahora, eso es….

viernes, 5 de febrero de 2010

El Balcón


Con una maleta llena

de recuerdos olvidados,

cuantos he dejado en el camino

cuantos he borrado,

viajo en mi vagón,

tercera clase turista

voy llegando a la estación.


Todos me preguntan de dónde vengo,

a dónde voy,

yo no sé qué rumbo he tomado,

ya se me ha olvidado,

quién demonios soy!?


Amigo de la soledad,

la misma de aquellos de la esperanza,

de los listos, de los tontos,

de los mucho, de los poco.


Cuanto he perdido cuanto he ganado.

Algunas partidas solo,

muchas en solitario,

pero este juego todavía no ha terminado.


Sin pena de perder con ganas de ganar

salgo a mi balcón,

el único sitio desde donde puedo soñar,

escuchar los gritos del silencio,

caminar sobre la luna y el sol.

A Living Death


You always think of life, at the same time I imagine my end and realize why I’m going down, down to a living death.

Have no jacket, have no pair of shoes; such is life! I have not even a friend of mine. Oh, dear! Think I’ve got the blues.

I’m going down to a living death, luck abandoned me, you don’t let me breath…

How could I face it?

sábado, 30 de enero de 2010

No Casus Belli

Quiere el hombre matar por matar? Libertad es lo que busca a lo largo de ese camino oscuro?, tormenta del desierto que nunca merma. Quiere así tiempo de gloria? Soldados, zorros del desierto, solos a la mano de dios, alta tecnología para la paz?



lunes, 5 de octubre de 2009

Papel Mojado

Tú estás del otro lado; ojalá no sintiera nada. No te puedo ver pero oigo voces que me animan a ir y juntarme contigo. Tú, solitaria, espero no sientas lo mismo yo. Oigo voces que me animan a seguirte, a seguir las migas que vas dejando en el camino para la vuelta.

Subí a buscarte y sabía que no ibas a estar allí. Las puertas cerradas, ventanas calladas, ya no estabas.

Mira, allí va un hombre desamorado, el hombre que todo el mundo sabe puso en tu boca su nombre, que quisiste una vez, ni dos, no tres, del revés. Mira, viene a jurar no destapar mentiras, a no levantar heridas. Ya se va, dile adiós, hasta siempre, desde tu corazón, miente.

viernes, 10 de julio de 2009

Quién Eres Y En Qué Te Has Convertido

Las cervezas regresan conmigo a casa, de madrugada, claro. Con un indescifrable “Ya estoy aquííí...” la intento despertar. Como no me hace caso, golpeo con fuerza la puerta del dormitorio y me acerco al borde de la cama. Al fin, muy asustada, ella se incorpora, y según mira para mí, mis manos cobran vida y se abalanzan sobre su cara, acariciándola del derecho y del revés. No me lo creo, pero mis piernas se apuntan también a la bacanal haciéndome saltar sobre la cama cayendo encima de ella. Empiezan rozando las suyas suavemente hasta que las cuatro extremidades se entrelazan. Ahora se convierten en dos, las mías. De repente, noto sus uñas arañar mi espalda. Veo que mi sangre impregna las sábanas y en consecuencia mis dientes hacen su labor. Cuando me doy cuenta, los niños en la puerta del dormitorio observan la sangre saliente del cuello de ella. Atónitos atienden al fin de la función.

jueves, 9 de julio de 2009

Me Hago Viejo, Y Mis Arrugas


Una vida, la más auténtica, la más atrevida, la más vevida aunque las uves lo disimulen. Un largo camino que los excesos lo están haciendo corto. Ahora sé que no voy a morir joven por muchos años que viva, ahora veo las orejas, las patas y hasta el rabo al lobo. “Perdóname, perdóname”, eso es lo único que se me ocurre susurrar al oído de la esperanza. “Por si no te vuelvo a ver, te suplico: perdóname”. Pero ya es tarde; el pañal que cubre mi trasero me lo asegura. A estas alturas de curso, ni la lengua ni mis labios, roídos por el tabaco vencido, aguantan ya la baba que cae a un pañuelo de tela viejo asido a mi pechera. Me hago viejo, y mis arrugas.