Subí a buscarte y sabía que no ibas a estar allí. Las puertas cerradas, ventanas calladas, ya no estabas.
Mira, allí va un hombre desamorado, el hombre que todo el mundo sabe puso en tu boca su nombre, que quisiste una vez, ni dos, no tres, del revés. Mira, viene a jurar no destapar mentiras, a no levantar heridas. Ya se va, dile adiós, hasta siempre, desde tu corazón, miente.
